Jardín inclinado: ¡crea terrazas!

Pendiente, ¿hándicap o ventaja?

Un terreno en pendiente es a priori un verdadero obstáculo a la hora de cultivarlo. Ir y venir en terrenos inclinados es agotador y el agua del riego y la lluvia tiende a escurrirse arrastrando tierra y nutrientes. Pero al crear terrazas, puedes marcar la diferencia. Las terrazas, en agricultura, son superficies planas, más o menos anchas, generalmente dispuestas en escalera, dispuestas en un terreno inclinado para permitir su cultivo. Ellos permiten

  • limitar el efecto de escorrentía y promover la infiltración de agua en el suelo,
  • prevenir la erosión del suelo,
  • facilitar la labranza,
  • aumentar la superficie cultivable.

Para nivelar la pendiente se erigen muros de contención, generalmente de piedra seca, a grandes distancias. En el contexto de un jardín privado, ya sea para el huerto o para el jardín ornamental, las limitaciones de un terreno en pendiente son las mismas que las de un agricultor. Con la diferencia de que la instalación de terrazas puede ser menos restrictiva.

Terrazas en el jardín

Allanar

Si la pendiente de su terreno es inferior al 15%, puede hacer el trabajo usted mismo.

Comience en la parte superior del suelo para crear la primera terraza (en caso de fuertes lluvias durante el sitio de construcción, la terraza no se lavará). El suelo removido aguas arriba de la futura terraza se distribuye aguas abajo. Las siguientes terrazas se nivelan, a medida que avanza, bajando la pendiente.

No es necesario que la superficie de la terraza tenga pendiente cero. Solo necesita ser lo suficientemente pequeño para que las condiciones de jardinería sean cómodas.

Consejo

Los movimientos de tierra “trastornan” las distintas capas del suelo y sacan a la luz el improductivo subsuelo. Recuerde dejar a un lado la tierra superficial (la tierra buena) antes de dar forma a la terraza, para luego distribuirla nuevamente sobre la superficie del área aplanada.

Apoyar

Si la diferencia de nivel de su terreno no es muy importante, el lado aguas abajo de la terraza puede terminar con un simple terraplén cubierto de hierba. Pero, para mayor seguridad, y sobre todo si se marca el desnivel, es preferible montar un muro de contención.

El uso de piedra es entonces la solución más duradera y estética. Sin embargo, esto requiere una cierta técnica y la materia prima disponible.

Una solución más sencilla de implementar es el uso de troncos de madera. Utilice las esencias que tenga a mano; aunque solo duren 5 años (abetos, pinos…) siempre saldrá más barato que si hay que comprar alguno. Si se ve obligado a esta opción, elija alerce (lea: Coníferas de hoja caduca); estarás callado durante diez años.

En cuanto a las estacas que se utilizan para sujetar los troncos, las especies que mejor resisten la pudrición son el castaño o la langosta (falsa acacia).

También es posible apoyar pequeñas terrazas con tablones (solución rápida pero temporal para escalones bajos) o plessis de castaño, o incluso avellana.

Y para espacios pequeños, piense en la huerta cuadrada; es una solución muy fácil de implementar.

Organización general

Como en cualquier jardín, es necesario planificar los caminos. Dependiendo de la importancia de la pendiente, opte por un camino de hierba o una escalera.

El camino cubierto de hierba puede formar curvas cerradas entre las terrazas, para suavizar la pendiente. Pero esto es más adecuado para un jardín de recreo que para un huerto, donde los viajes repetidos de ida y vuelta lo cansarán rápidamente.

Si está cavando una escalera, elija materiales sólidos para formar las contrahuellas y las narices de las escaleras: travesaño de madera, piedra, hormigón, etc.

Considere también las rampas de acceso, necesarias para permitir el paso de una carretilla o una podadora.

A continuación, organizar el jardín de tal forma que se limite los ascensores excesivamente "cargados": la reserva de agua de lluvia (es mejor, además, optar por un sistema de riego automático) y el compostador se colocan en la parte superior del campo. Y no en el fondo. ¡Las regaderas, carretillas y cubos son más fáciles de volver a montar cuando están vacíos!

Culturas

Una vez nivelada la superficie, las terrazas se pueden cultivar de la misma manera que las tierras planas. El "plus" es que las gradas así erigidas, forman espacios abrigados, en los que se acumula el calor (sobre todo si las paredes son de piedra). En las montañas, o en las regiones frías, esta es una ventaja que permite adelantar las cosechas unas semanas, ¡o incluso cultivar especies frías!

En el lado del jardín ornamental, el establecimiento de terrazas ofrece una hermosa perspectiva. Queda vegetarlo de forma armoniosa, para que los pisos inferiores no formen una pantalla sobre los de arriba.

No todas las terrazas tienen que tener el mismo ancho. Ésta es una de las ventajas de este sistema, sobre todo si se consolidan con muros de contención: se pueden crear franjas de cultivo muy estrechas y así crear muchos pequeños espacios "perdidos".

Sin embargo, tenga cuidado: el terreno organizado en terrazas, con pendientes y escaleras, complica la accesibilidad de los equipos de mantenimiento como segadoras o motoazadas. Si en la huerta existen herramientas o métodos de cultivo que permitan prescindir de los vehículos motorizados, en la huerta ornamental la segadora sigue siendo imprescindible. Por lo tanto, es prudente favorecer, en detrimento del césped, plantas de cobertura del suelo, prados floridos y disponer jardines de rocas en la pendiente, lo que permite, al mismo tiempo, "romper" un efecto de "escalera" demasiado pronunciado.

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