Un animal como regalo de Navidad: ¿buena o mala idea?

Un animal para Navidad: piénsalo bien

Te imaginas a tu hijo cubriendo de abrazos a su nuevo compañero. Te pidió tanto este animal que cediste. Pero cuidado con las limitaciones … ¿Cuántas mascotas compradas o adoptadas en un refugio antes de Navidad se encuentran abandonadas unos meses después? El animal "regalo" puede convertirse en una carga difícil de llevar. Antes de dar el paso, es mejor hacerse algunas preguntas que evitarán que la mejor de las historias termine en un divorcio.

1 - ¿Estoy listo para hacer un compromiso a largo plazo?

Llevar un gato o un perro significa firmar un contrato de arrendamiento por un mínimo de 10 a 15 años. Un animal comprado o adoptado de forma espontánea puede convertirse rápidamente en una carga difícil de llevar a diario. Proyecte dentro de unos años y pregúntese si las condiciones para su mascota serán las mismas.

2 - ¿Mis medios económicos me permiten encargarme de un animal?

Evaluar el presupuesto para dedicarle. Hay que pagar alimentos, vacunas, gastos veterinarios, productos y accesorios de mantenimiento, juguetes, gastos de guardería para fines de semana y festivos … sin olvidar otros gastos auxiliares como las sesiones educativas. O una media de 800 a 1000 € al año.

3 - ¿Tengo tiempo para cuidarlo?

Las primeras semanas son fundamentales porque el perro o el gato necesita toda tu atención, tu firmeza y tu complacencia para familiarizarlo con su nuevo lugar de vida. Sacarlo al menos cuatro veces al día, sacarlo a pasear, ejecutarlo con cualquier tiempo, dedicar tiempo a preparar sus comidas, cepillarlo, mimarlo, educarlo, lleva tiempo …

4 - ¿Tengo suficiente espacio para acomodarlo?

Los perros necesitan espacio para moverse, jugar y hacer ejercicio. Es posible vivir con un perro grande en un apartamento, pero espere sentirse un poco apretado rápidamente. Aunque los gatos son menos exigentes, necesitan un entorno acogedor, especialmente si vives en un apartamento sin acceso al aire libre.

5 - ¿Estoy listo para cambiar mis hábitos?

Un animal cambia tanto tu vida que tienes que poder adaptarte a sus necesidades. Si trabaja todo el día y llega tarde a casa, puede que no sea una buena idea llevar una mascota.

6 - ¿Estoy preparado para soportar los pequeños inconvenientes asociados a la presencia de un animal?

No subestimes tu manía. ¿Puedes soportar encontrar pelo de perro o gato en tus alfombras y ropa, huellas de patas en tus azulejos en los días de lluvia, basura esparcida por tu gato?

7 - ¿Hay alguna alergia en la familia?

Asegúrese de que no existan contraindicaciones para tener un animal en su hogar. Sería una pena fallar todo por una incompatibilidad médica.

8 - ¿Tengo una solución para cuidar a mi mascota durante mis vacaciones?

O tienes una persona de confianza que cuidará de tu animal, o debes informarte sobre un tipo de cuidado en tu ausencia. Cuanto más se anticipe, más evitará el estrés adicional.

9 - ¿El recién llegado se llevará bien con los demás animales en casa?

No hay ninguna razón por la que la convivencia deba salir mal. Esto puede llevar un poco de tiempo, especialmente con los gatos, que están muy apegados a su territorio. Deje que se domestiquen sin apresurar las cosas.

10 - ¿Están bien todos los miembros de la familia?

Discutirlo. ¿Todos comparten tu deseo de dar la bienvenida a un animal? ¿Todos son conscientes de sus responsabilidades futuras? No les dé a sus hijos tareas que no pueden manejar.

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